El 98% de las cenizas producto del proceso de incineración están
formadas por Calcio, Fósforo y Potasio, nutrientes valiosos para las
plantas.

Nuestra linea ecológica busca cerrar el ciclo de la vida de una manera natural y responsable con nuestro planeta. La bioánfora Kiri está compuesta de materiales biodegradables de origen vegetal. Tiene 2 compartimientos, en el inferior se depositan las cenizas solas o acompañadas de sustrato, dependiendo del tamaño de la mascota y la cantidad de cenizas y en el superior se planta un árbol nativo. Trabajamos con Viveros pequeños de la Sexta región quienes nos entregan Peumos, Boldos, Quillay, Roble, Maiten o Mayu. Todos árboles adaptados a las condiciones de la región central de nuestro país. 

En un hoyo de 30 cm. aproximadamente, se entierra la bioánfora. Con los riegos y la humedad de la tierra se va lentamente descomponiendo. Las raíces del arbolito poco a poco entran en contacto con las cenizas de nuestro ser querido, nutriéndose y prolongado la existencia en un árbol. Creemos que es una linda manera de reforestar nuestro planeta, disminuyendo así nuestra huella de carbono.